A pesar del miedo
Buenos dÃas y bienvenido julio. La verdad es que es de los meses que más me gusta junto con junio, aunque el calor apriete. Hoy os querÃa contar algo y es que a veces me dedico simplemente a enseñaros ropa, pero en ocasiones me quedo con las ganas de contaros cosas. Hace poco, contaba en Instagram que suelo conocer gente interesante en los aviones. Siempre he tenido miedo de viajar en avión. Ya os lo conté hace tiempo, de hecho hice un curso para perder el miedo a volar porque tuve una temporada de excesivo estrés cuando montaba. Ese perÃodo ya pasó y siento cierto nerviosismo cuando se mueve en exceso pero lo llego a controlar. Y viajar es una de las cosas que más me gusta en esta vida, asà que serÃa incapaz de perder un vuelo por ese motivo. Hace 5 años perdà uno y por eso decidà tomar medidas.
Al principio hablaba con gente para contarles el miedo y asà que intentasen ayudarme a distraerme.
Ahora, hablo con gente porque me apetece. O bien porque esa persona ha tenido interés o simplemente hay una especie de conexión que te hace hablar con esa persona. No me pasa de igual modo en el tren, no sé porqué. También es verdad que muchas veces te sientas al lado de alguien que sabes que hay un muro de hormigón invisible que separa cualquier tipo de conexión. No me pasa siempre que viajo sola, también me pasa con mi marido. Él no suele hablar mucho con los demás en los vuelos, intenta descansar, comer y leer. La conversación puede empezar simplemente porque Zoe le está poniendo los pies a la persona de al lado encima del pantalón y yo con mil disculpas intento que no lo haga o se siente un ratito sin moverse en exceso para no molestar a la persona que tenemos al lado. Si la persona en cuestión tiene empatÃa, puede surgir una conversación interesante, como fue la última vez que viajé con ella. Resultó ser un hombre que ha trabajado muchos años en la televisión, y la verdad que se me hizo el vuelo de lo más agradable y corto. Hemos cruzado un par de mensajes mi marido y yo con él para ver si coincidimos la próxima vez que vayamos a Madrid.
Otro vuelo ParÃs-Madrid, conocà a un chico que trabaja en Google, él era de Asia, tampoco quiero contar los detalles de las personas que conozco, pero bueno, resultó ser una persona interesante para mÃ, todos los sitios dónde ha vivido, las experiencias que me contó y el trabajo que tenÃa. Se nota cuando alguien tiene la mente “abierta” por el motivo que sea, pero para mà es mucho más fructÃfera la conversación. VenÃa de hacer un trabajo para Decléor en ParÃs y le regalé alguna crema . Nos fuimos muy contentos de habernos conocido.
A Loly, que la conocà hace muchos años ya, también fue a un viaje a ParÃs. De vez en cuando nos cruzamos algún mensaje por Facebook y la última vez en la ciudad del amor, estuvimos a punto de quedar pero al final por horarios no pudimos.
Una vez, volviendo del Cairo sola, con algo de miedo, no por el avión sino porque allà tuve unos problemillas. Me confundieron con una periodista el dÃa que yo estaba grabando un anuncio allà  y justamente ese dÃa hubo una manifestación, étc… Y nos retuvieron a mà y al equipo unas 5 horas dentro de un coche. Claro, el equipo era de allÃ, y yo me sentÃa sola ante el peligro o ante algo que desconocÃa. Al dÃa siguiente, cuando me monté al avión sentà paz, pero sinceramente, y con un prejuicio dentro de mÃ, pensé que la persona que se sentó a mi lado serÃa alguien con el que no podrÃa mediar ni palabra en todo el trayecto. Aturdida por todo lo ocurrido, el hombre, de Palestina,  me contó qué iba a hacer en España, me enseñó su pasaporte, con las letras bien grandes de PaÃs no reconocido, me contó toda su historia, me regaló un montón de dulces árabes, que hacia un amigo suyo en un sótano de Palestina, porque allà no hay comercios al público como tal. Ese vuelo fue algo más largo y su historia se me quedó grabada en el corazón.
Edward, se ofreció a darme su cargador, en mi último vuelo. Él creÃa que yo le preguntaba eso a las azafatas, pero en realidad estaba buscando mi maleta porque me la habÃan perdido. No paramos de hablar en todo el viaje. Creo que si viviera cerca podrÃamos ser amigos. Ya nunca más sé si lo volveré a ver.
Me encanta conocer gente en los aviones que resultan interesantes, de los que aprendes y te los llevas en el corazón.
Y , por supuesto, te hacen el vuelo mucho más corto.
A pesar del miedo, puedes abrir tu corazón.
Llevo vestido de Zara, lo retiraré sólo para la playa, porque después de llevarlo me di cuenta que para mà que soy alta es demasiado corto. El bolso es de Primark y los zapatos de Fosco, de Merkal Calzados.
5 Comentarios
1. Violeta | 2 julio 2019 - 00:06
Me ha emocionado lo que has escrito. Me fascinan esas conexiones fugaces, yo también he vivido alguna. Un beso! Eres guapÃsima!
2. Patricia | 2 julio 2019 - 00:28
Me ha encantado tu post sobre el miedo y como sobrellevarlo!! Que importante es la comunicación y sobre todo que la gente empatice. Muy interesante lo que nos has contado asà que te ánimo a qué nos deleites con más post asÃ!
3. Ruth | 4 julio 2019 - 11:42
Hola Ana!, fantástico post!, nos has dado un trocito de tà y me ha tenido enganchada el ratito que he estado leyéndolo. Gracias!; un abrazo desde Barcelona!
4. Voyance gratuite | 8 julio 2019 - 17:53
It is with pleasure that I look at your site; he is fantastic. Really very nice to read your beautiful shares .Continue and thank you again.
5. Como maquillarse | 13 julio 2019 - 16:51
Excelente post sobre el miedo y como sobrellevarlo , tus fotos estan increibles , sin duda la moda y le belleza son amigas.
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